Dolor en las muelas del juicio

Las muelas del juicio, técnicamente llamadas cordales, son los terceros molares y se ubican en la parte inferior y superior de la dentadura. Al estar tan atrás, son las piezas menos  asequibles y de allí que la falta de espacio para su surgimiento o lo dificultoso que resulte realizarles una correcta higiene, acarree problemas no menores.

Casi el 90% de la población presenta problemas cuando “aparecen” las muelas del juicio. Falta de espacio y problemas para mantener su correcta higiene, debido a su compleja ubicación, lo que provoca caries, son los padecimientos más comunes.

Los cordales, aparecen o erupcionan entre los 17 y 25 años aunque es diferente en cada caso, incluso, en algunas personas, nunca aparecen.

¿Por qué duelen las muelas del juicio?


Las causas del dolor en las muelas del juicio son variadas,  por ejemplo:

·      Falta de espacio: puede que cuando las muelas del juicio comiencen a aparecer no exista el espacio suficiente para ellas. Esto produce presión entre las piezas dentales provocando dolor.

·      Caries: como se señaló, debido a la ubicación de las muelas del juicio, su correcta higiene se hace muy compleja. De allí que sea común que el dolor sea causado por esta razón.

·      Pericoronaritis: durante la erupción de estas piezas puede producirse algún tipo de infección, generalmente, por un inusual crecimiento bacteriano bajo la mucosa. Esto no sólo produce dolor sino también inflamación e incluso pus.

¿Cómo calmar el dolor en las muelas del juicio?


El ideal, siempre, será visitar a un profesional y evitar automedicarse. Sin embargo, hay algunos tips a seguir en caso de no poder recurrir de inmediato a un especialista.

 

·      Higiene: realizar, aunque sea complejo, la mejor higiene posible en estas piezas. Si el cepillado se complica por la ubicación de estas piezas, recurrir a seda dental y enjuagues que ayudarán a mantener una mejor limpieza.

 

·      Frío o calor: aplicar frío o calor, según cada caso, en la zona adolorida, por 15 o 20 minutos, tomando una pausa de entre 5 y 10 minutos para aplicar nuevamente, sin duda, ayudará a calmar el dolor hasta que sea posible visitar al dentista.

·      Enjuagues: los “secretos de la abuela” pueden ser muy útiles frente a este dolor. El enjuague de agua tibia y sal, es efectivo para calmar este tipo de dolor.

Como siempre, Clínica Everest, insiste en que la visita al dentista frente a esta situación es insustituible. El profesional realizará un diagnóstico  para detectar posibles infecciones, caries o si se trata de un problema de espacio. De esta manera, el especialista optará por un tratamiento antibiótico, una limpieza profunda profesional o la extracción de la pieza, según sea el caso.

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