A estas alturas todos sabemos la importancia de cepillarse los dientes después de comer para evitar la acumulación de bacterias que forman el sarro. Sin embargo, hay algo que no es de conocimiento general y es fundamental para mantener una buena salud bucodental.
Lo que queremos decir, es que no siempre es correcto lavarse los dientes inmediatamente después de comer, a veces, según lo que consumas, es conveniente esperar al menos veinte minutos.
Nuestra boca tiene una acidez con un pH de 7, es decir, neutro. Algunos alimentos aumentan la acidez del pH y el esmalte se reblandece. Quien viene a salvar la situación es la saliva que permite neutralizar la acidez y endurecer nuevamente el esmalte dental. Pero esta acción demora aproximadamente 20 minutos en hacer efecto.
Una de las amenazas que sufren los dientes es el desgaste o erosión dental. Puede venir desde el mismo organismo (intrínseca), a través de los ácidos gástricos, o extrínseca, por medicamentos o alimentos que contienen ácido cítrico, como limones, naranjas o pomelos.
El ácido suaviza el esmalte de los dientes y lo hace vulnerable. El cepillo de dientes y las pequeñas partículas de la pasta de dientes pueden rayar el esmalte dental ablandado, provocando un daño.
El esmalte dental protege el interior de los dientes de las agresiones externas. Cuando esta capa se deteriora o erosiona, deja al descubierto la dentina que es más sensible y algunos alimentos o bebidas muy frías o calientes provocarán sensibilidad dental.
Por eso, como clínica Everest, recomendamos esperar de 20 a 30 minutos cepillarse los dientes después de comer o beber alimentos o bebidas ácidas. En este tiempo la saliva remineralizará el diente con calcio, flúor y fósforo.
También es buena idea cepillarse los dientes antes de tomar alimentos ácidos y beber un vaso de agua justo después para diluir los ácidos.
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