Desde que se demostró los beneficios del flúor en los dientes, hace casi un siglo, este compuesto mineral se ha convertido en la principal arma contra las caries. Pero debemos saber que el exceso de este elemento, especialmente cuando lo ingerimos, puede traer consecuencias negativas para la salud bucal.
En esta nota te contaremos de las ventajas y desventajas de este compuesto.
Los beneficios del flúor son innegables en la prevención de las caries. Medidas como la fluoración del agua potable en muchos países, el empleo del flúor tópico en colegios y su incorporación en las pastas dentales consiguió disminuir la prevalencia de caries durante las últimas décadas.
El beneficio tópico del flúor, es decir, su aplicación directamente sobre los dientes, aumenta la resistencia del esmalte, es antibacteriano ya que actúa frente al crecimiento de las bacterias que producen sarro y permite remineralizar la capa del esmalte.
Por otra parte, está el flúor que consumimos en alimentos y bebidas que aporta gran utilidad a nuestra salud bucal, pues entra a formar parte de la saliva y ayuda a reconstruir el esmalte dental. Es lo que conocemos como «beneficio sistémico» y que también ayuda en lo niños antes de que le salgan los dientes. Hace que el esmalte dental sea más fuerte y resistente a las caries.
Si bien el flúor es uno de los mejores amigos de los dientes, si no tenemos cuidado, puede causar efectos negativos en nuestra salud bucal, especialmente en niños. El exceso de flúor puede ser tóxico para nuestros dientes.
Es importante que los padres supervisen el lavado de dientes de sus hijos, de manera tal que escupan el flúor de la pasta dental y por ningún motivo lo ingieran. Un efecto del exceso en el consumo de flúor se presenta en el esmalte dental, a través de manchas en los dientes. Esta patología se conoce como fluorosis.
La fluorosis es una enfermedad que se caracteriza por el cambio en la estética dental. Los dientes se cubren de manchas, perdiendo parte de su esmalte. La mayoría de los casos de fluorosis suelen ser leves y solo se presentan puntitos de color blanco en los dientes. En ocasiones, cuando la afección está muy avanzada, los dientes se cubren de grandes manchas y grietas de color marrón, provocando además dolor en el paciente.
También se ha comprobado que los niños con problemas de fluorosis tienen mayores probabilidades de sufrir otras enfermedades como la obesidad o la tiroides.
En conclusión, los beneficios del flúor son muchos e indispensables para una buena salud oral. Sion embargo, también hay riesgos. Para no sufrir los efectos adversos de este componente mineral es necesario que aprendas su uso correcto y lo enseñes a tus hijos. Una buena higiene dental implica usar la dosis adecuada para cada edad en el cepillado y, por supuesto, no ingerir el flúor de los distintos productos de limpieza bucal.
Es importante que visites a tu dentista cada seis meses como mínimo, pues será quien detecte posibles problemas en tu boca derivados del exceso de flúor. También determinará si es necesario aplicar un barniz de flúor en tus dientes de tus hijos para protegerlos de las caries.
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