
El traumatismo dental en niños es una de las consultas frecuentes en urgencias de nuestra clínica dental. Es normal que los menores de tres años, que están en etapa de gateo o aprendiendo a caminar, sufran este tipo de accidentes.
Luego, entre los 6 y 7 años, también hay un incremento en los golpes en la dentadura, especialmente en aquellos que son más hiperactivos.
¿Qué hacer frente a un traumatismo dental en niños?
Lo primero que debes hacer si alguno de tus hijos se golpea en la boca y sufre un traumatismo dental, es mantener la calma para no asustar al niño.
La zona de la boca está muy irrigada, por lo tanto sale mucha sangre. No te asustes, lo más probable es que haya una herida en la cara interna de las mejillas, lengua o labios. Es importante que inspecciones estas partes blandas y la dentadura en general.
Si se le ha caído un diente es preciso que lo recojas y lo vuelvas poner en el espacio que le corresponde. Si no es posible, introdúcelo en un recipiente con suero o leche, nunca en agua.
Cuando el diente se ha quebrado, también debes procurar recoger el o los pedazos y sumergirlos en la solución antes mencionada para que se mantenga mientras acudes al dentista.
Es importante que acudas a la consulta dental en las primeras dos horas del accidente, aun cuando no se haya quebrado ni caído ninguna pieza dental. La rapidez de tu reacción es importante para el posterior tratamiento de rehabilitación.
Tratamiento

En la consulta dental, el odontopediatra primero revisará las partes blandas de la boca de tu hijo por si es necesario hacer alguna sutura.
En el caso que se haya caído un diente y se pudo recuperar llevándolo en suero o leche, el profesional intentará reposicionarlo en su lugar. El éxito en la operación dependerá de la mantención de la pieza dental y el tiempo trascurrido desde el golpe o caída.
Cuando hay fractura, el dentista evaluará la posibilidad de adherir los fragmentos que llevan los padres o realiza una restauración.
Si existe compromiso de la pulpa dentaria, deberá realizar un tratamiento. Actualmente existen tratamientos conservadores que permiten mantener la pulpa original del paciente retrasando en varios años la necesidad de colocar un implante.
Es importante que tras la atención de urgencia, el niño o niña continúe en evaluación con un endodoncista que realice un seguimiento y determine si es necesario realizar realizar más adelante un tratamiento de conducto.