Los niños suelen comenzar a cambiar sus dientes de leche por los definitivos entre los cinco y siete años. A veces este proceso empieza antes o después ya que todos los niños son diferentes. Sin embargo, en algunos casos, se produce un fenómeno que suele asustar mucho a los padres, y es cuando el diente permanente aparece antes que el diente de leche se haya caído.
Como ya dijimos, el proceso natural es que a partir de los 5-6 años los dientes permanentes comiencen a erupcionar y absorban la raíz del diente temporal de forma que éste, al quedar sin sujeción, se caiga, dejando el camino libre al definitivo.
Pero en ocasiones las raíces de los dientes de leche son demasiado fuertes y se resisten a caer, por lo que los definitivos acaban naciendo en segunda fila, provocando la aparición de los “dientes de tiburón” o doble hilera de dientes.
– Se acumula con mayor facilidad la placa bacteriana, primer paso para desarrollar caries o gingivitis (enfermedad de las encías).
– Mordida incómoda para el niño
– Mala apariencia en la sonrisa del pequeño
– Si no se quita el diente temporal puede condicionar la posición del diente definitivo ya que, para salir, éste esquivaría al diente de leche.
Primero, no debes alarmarte ya que, si bien no es lo común, muchas veces sucede.
Para empezar, es bueno que visites a tu dentista en Clínica Everest para que revise la boca de tu hijo. De acuerdo con eso te dará dos alternativas:
– No quitar el diente temporal y esperar que caiga solo. Para esto es necesario que el niño colabore moviéndolo constantemente hacia atrás y hacia adelante con la lengua o con los dedos para apresurar su caída.
– Quitar el diente temporal para así evitar la acumulación de placa bacteriana y los problemas en la mordida.
En ambos casos, la lengua se ocupa luego de empujar el diente definitivo que está por detrás del otro y lo coloca perfectamente en su línea.
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