La saliva es fundamental para mantener la salud bucodental. Este líquido se produce gracias a las glándulas salivales y entre sus muchas funciones actúa como lubricante, tiene efecto cicatrizante y ayuda a detectar algunas patologías.
¿Qué es la xerostomía?
La xerostomía es una alteración que se produce cuando los niveles de producción de saliva descienden de forma considerable, se conoce también como síndrome de la boca seca y la sufren más comúnmente los mayores de 50 años.
Además de afectar las funciones que cumple la saliva, su baja producción puede tener consecuencias en la salud bucodental, especialmente, a nivel de higiene, ya que la saliva arrastra bacterias y microorganismos que se alojan en la boca y favorece su limpieza, por lo tanto, su poca producción no permite que esta acción se realice naturalmente.
¿Por qué se produce la xerostomía?
Las causas son muchas y se relacionan, principalmente, con los hábitos diarios de cada persona. El tabaquismo o el consumo de bebidas alcohólicas de forma habitual son 2 de las primeras causas de esta patología, sumadas a una alimentación inadecuada.
El consumo de ciertos medicamentos parte de tratamientos contra el cáncer, ciertas enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjögren, sistémicas como la diabetes o incluso psiquiátricas como la depresión o ansiedad pueden favorecer a la aparición del síndrome de la boca seca, así como también, la falta de dientes o los implantes dentales.
¿Cuáles son los síntomas y efectos de la xerostomía?
Hay ciertos síntomas físicos que alertan sobre la presencia de esta patología. Por ejemplo, el enrojecimiento e irritación en los tejidos blandos de la boca y el aspecto agrietado en labios y lengua que pueden llegar a convertirse en pequeñas fisuras y dificultarán la acción de hablar. Además, la sed constante es una evidencia de xerostomía.
Una de las consecuencias de padecer de sequedad bucal es la acumulación de bacterias en la boca, lo que favorece la aparición de caries. También provoca el desarrollo infecciones en las encías y, por tanto, la aparición de enfermedades periodontales. Otro efecto relativamente común que experimentan las personas con xerostomía es el mal aliento o halitosis.
Además, si no se produce la cantidad necesaria de saliva, se pueden presentar complicaciones para tragar lo que dificulta la digestión. La faringitis, laringitis, dispepsia o estreñimiento también son consecuencias asociadas al síndrome de la boca seca en un estado severo.
¿Cómo tratar la xerostomía?
El tratamiento de esta patología dependerá de cada persona y de las causas por las que se ha desarrollado xerostomía. En cualquier caso, será el dentista el encargado de averiguar el origen del problema y determinar cuál es el tratamiento más adecuado.
Existen variadas técnicas para el diagnóstico de patologías en las glándulas salivales. Además, el dentista estudiará los hábitos de los pacientes con sequedad bucal.
Si se origina por el consumo de algún medicamento, por ejemplo, se deberá consultar con el médico que lo recetó la posibilidad de cambiar de medicación o bajar la dosis de la misma.
Existen ciertos agentes humectantes que pueden actuar como sustitutos de la saliva. El primero de ellos es el agua que hidratada y arrastra los microorganismos que se quedan en la boca. Pero también hay formulaciones que incorporan flúor, xilitol, aloe vera, betaína y otras sustancias que aumentan la producción de saliva y que es posible encontrar en enjuagues bucales, chicles o pastillas.
Reforzar la higiene bucal, es otra manera de combatir esta patología. Existen pastas de dientes que ayudan a mantener lubricada la mucosa. El cepillado debe realizarse de forma pausada y con un cepillo dental suave, limpiando todas las zonas incluida la lengua.
Clínica Everest recomienda visitar al dentista para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado para poner fin a la sequedad bucal.