La maloclusión dental, es decir, los problemas en la mordida o el correcto contacto entre mandíbula y dientes, es más común de lo que se cree y puede traer consecuencias para el resto del organismo.
Desde dolor de cabeza hasta desgaste del esmalte, pasando por hipersensibilidad o fracturas dentales y problemas estéticos, pueden ser consecuencias de una “mala mordida”, técnicamente llamada, maloclusión dental.
Esta condición, según estudios recientes, puede provocar consecuencias negativas que van más allá de la salud bucodental. Problemas de equilibrio y postura corporal, ya que se ha descubierto que existe una relación directa entre el control postural y la maloclusión.
Que el cuerpo humano es un todo se reafirma, nuevamente, en estos nuevos descubrimientos. Pues una condición bucodental tiene un trasfondo neurofísico, principalmente porque los músculos que se utilizan en la mordida y los músculos cervicales, están directamente y de allí la relación entre la maloclusión, la postura corporal incorrecta o algún tipo de alteración motora.
Es por ello que corregir alteraciones dentales como una mala mordida no sólo traerá beneficios a la salud dental sino al bienestar del organismo en general.
Tratamiento para corregir la mordida
La ortodoncia, instalación de brackets, es el tratamiento adecuado para corregir la mordida. La alineación de los dientes que produce este tratamiento, no sólo dejará atrás la maloclusión sino también cualquier otro padecimiento asociado y favorecerá la correcta higiene dental.
Como siempre, Clínica Everest invita a consultar con un especialista para evitar estas complicaciones.