Una correcta higiene bucal es fundamental para mantener la buena salud dental. La falta de limpieza provoca caries y cuando éstas no son tratadas a tiempo, pueden infectar la pulpa del diente. Si llegas a este punto, te contamos que la única solución para salvar tu diente es realizar un tratamiento de conducto o endodoncia.
Siempre debe ser un profesional de la odontología quien evalúe si el paciente requiere de endodoncia o tratamiento de conducto. Sin embargo, te damos algunas señales que pueden indicar que tienes un diente gravemente enfermo.
– Decoloración en el diente
– Sensibilidad dental al consumir alimentos o bebidas frías o calientes.
– Dolor en el diente al morder o masticar.
– Encías enrojecidas o hinchadas.
– Diente quebrado o astillado.
– Golpe o traumatismo dental.
Es importante que frente a cualquiera de estos síntomas acudas al dentista para una revisión.
La endodoncia es un tratamiento dental cuya finalidad es remover las bacterias y tejido nervioso muerto o en estado de descomposición desde el interior de la pieza dental.
Es el último recurso para salvar un diente y debe ser realizado por un profesional de la odontología llamado endodoncista.
Queremos que estés informado tanto de la utilidad de este tratamiento como de la forma que se realiza. Por eso a continuación te explicamos paso a paso cómo se lleva a cabo una endodoncia.
1.- El dentista realiza un diagnóstico de la pieza dental, con radiografía incluida, para evaluar el estado general del diente dañado. Es lo que se denomina anamnesis.
2.- Con un diagnóstico preciso, el endodoncista aplicará anestesia local para que el paciente no sienta ninguna molestia mientras se realiza el procedimiento.
3.- La pieza dental es aislada completamente del resto de la boca con una lámina de látex, sujeta por una grapa metálica. Esto es indispensable para mantener la boca seca y asegurar una desinfección perfecta.
4.- Después de esto, el profesional realiza una apertura en el diente para localizar los conductos radiculares, donde se encuentra la pulpa dental infectada. Cada diente tiene uno o más conductos. Normalmente los frontales tienen uno y los posteriores dos o tres.
5.- Con instrumentos específicos se extrae el tejido y material orgánico desde los conductos y con limas de diversos tamaños se va raspando suavemente para que no quede ningún residuo. Para terminar, se enjuaga con hipoclorito de sodio.
6.- Finalmente, una vez limpia y desinfectada la pieza dental se procede a la obturación y sellado de los conductos desde la raíz. Para ello se utilizan materiales termoplásticos, conocidos como gutapercha y un cemento especial.
Dependiendo de una serie de factores, el profesional se tomará una o más sesiones para realizar el tratamiento. Algunos endodoncistas dejan un medicamento en el diente durante una semana para asegurarse de que se eliminó toda infección.
En estos casos, se pone una amalgama provisoria para mantenerlo sellado mientras se pone la solución definitiva. Si el daño a la pieza dental es muy grande, el profesional indicará una corona dental, para que la pieza tenga mayor funcionalidad y no se fracture.
Después del tratamiento el odontólogo puede recomendarte antibióticos o analgésicos para evitar molestias una vez que pasen los efectos de la anestesia.
Es importante que acudas a los controles que indique el dentista y mantengas una buena higiene dental tanto en la pieza tratada como en el resto de tu boca.
Este es un procedimiento dental complejo, por eso insistimos que solo pueden realizarlos endodoncistas calificados. No expongas tu salud dental. En Clínica Everest contamos con profesionales de excelencia y calidad.
Si quieres pedir una hora con nosotros, pincha aquí.
Artículos destacados
Artículos recientes
Artículos relacionados
Suscríbete a EVEREST Life
