Mal aliento o halitosis

Una condición más común de los que se puede pensar, resultado de varios problemas en la salud bucodental, el mal aliento o halitosis, tiene tratamiento pero lo primero, es conocer sus causas.

Una molestia desagradable, muchas veces vergonzosa y que causa, en la mayoría de las ocasiones, problemas de autoestima en quienes la padecen, la halitosis o mal aliento, es un síntoma de enfermedades bucodentales como periodontitis o caries y efecto de las mismas.

Definición de halitosis

La halitosis o mal aliento, se define como la condición que produce malos olores en la boca, de manera específica o permanente, y que tiene varios orígenes, entre ellas, las bacterias que se depositan en la lengua y boca y se descomponen produciendo CVS (Compuestos volátiles sulfurados), causantes de los malos olores.

Causas de halitosis

Existen dos tipos de halitosis según sus causas:

Halitosis intraoral: que proviene de condiciones que se dan en la misma boca. Esta se produce, principalmente, por una mala higiene bucodental que permite el surgimiento de bacterias y otra causa como las caries, las que también producen mal aliento. Enfermedades más profundas como la gingivitis y periodontitis, las que se caracterizan por una excesiva inflamación de las encías y no sólo provocan la halitosis sino también un mal sabor en la boca. La sequedad bucal, también causa en mal aliento

Halitosis extraoral: que proviene de condiciones que se dan de otras partes del cuerpo como el sistema nervioso o el estómago. El estrés, por ejemplo, desactiva la salivación provocando la sequedad bucal y la halitosis, la que también surge por problemas respiratorios como laringitis, bronquitis o sinusitis. Los procesos digestivos también pueden causar este problema ya que algunos alimentos como la cebolla y el café emanan vapores malolientes. No se puede dejar de mencionar el mal hábito del consumo de tabaco cuyos componentes se quedan en la lengua y dientes generando malos olores. También algunos medicamentos pueden causar halitosis.


Tratamientos básicos

  • Mejorar la higiene bucodental: cepillarse después de cada comida con tiempo y dedicación tanto a dientes como lengua y reforzar el cepillado con el uso de complementos como la seda dental o enjuagues bucales.
  • Mejorar hábitos: cuidar los alimentos que conforman la dieta, así como evitar el consumo de tabaco o alcohol, serán herramientas efectivas para terminar con esta condición.
  • Mejorar la hidratación: para evitar la sequedad bucal y los consecuentes malos olores que derivan de ella, es necesario consumir suficiente agua para asegurar la correcta salivación en la boca.

Tratamientos profesionales

  • Controles regulares: las visitas periódicas al dentista permitirán prevenir, primero, o detectar cualquiera de las enfermedades mencionadas que producen halitosis y tratarlas a tiempo para darles solución.
  • Limpieza dental: este tratamiento profesional elimina bacterias, sarro y placa bacteriana, manteniendo bajo control la halitosis.

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