Es muy común el uso de frenillos en menores, con el fin de corregir su dentadura desde los primeros años, aunque por estos días no es extraño ver que muchos adultos también se sometan a este procedimiento. Clínica Everest te explica cuándo es el momento de realizar un tratamiento de ortodoncia en los menores y cuáles son los más indicados.
¿Cuáles son los factores más importantes a considerar a la hora de optar por un tratamiento de ortodoncia para menores? Lo primero a considerar, es si los problemas afectan al menor en su dentadura de leche o la definitiva. De ésta trascendental momento, dependerá el tipo de ortodoncia a aplicar en los niños.
Ortodoncia en dientes “de leche”
En los dientes “de leche” también se aplican tratamientos de ortodoncia, principalmente, de prevención para impedir así problemas en la formación definitiva de la mordedura o de posición y tamaño del área ósea maxilar. Los aparatos, de acrílico con ganchos metálicos, son removibles, es decir, que se pueden poner y sacar según instrucción del dentista quien por lo general recomienda que estos se lleven puestos la mayor cantidad de tiempo posible para una corrección exitosa.
Ortodoncia en los dientes definitivos
Frenillos o brackets metálicos, que pueden cubrirse con coloridas gomas que resultan muy llamativas para los menores, son los sistemas más recomendados por los dentistas, no sólo por la efectividad en el tratamiento si no porque su higiene es más fácil. También existen los aparatos de zafiro o cerámica pero no son los más populares.
En esta etapa, el tratamiento se realiza con estos aparatos que son fijos y cuyo principal objetivo es conseguir una buena fijación de los dientes definitivos.
Clínica Everest recomienda que los menores realicen su primera visita al ortodoncista alrededor de los 6 años cuando comienzan a aparecer los dientes definitivos y con ellos es posible detectar cualquier problema y solucionarlos a tiempo.