Ácido hialurónico
Este ácido es producido naturalmente por nuestro organismo para ayudar a dar sostén a los tejidos, pero se va perdiendo con el paso de los años. Actualmente existe el tratamiento de estética facial que inyecta el ácido hialurónico, que permite rellenar los tejidos bajo las arrugas. Se aplica en el surco nasogeniano, para rellenar labios, pómulos, remodelación de la nariz, etc. Los resultados son inmediatos y tienen una duración entre 6 y 9 meses.
Toxina botulínica
Más conocido como bótox, es una neurotoxina elaborada por una bacteria llamada Clostridium botulinum, que tiene la capacidad de producir parálisis muscular, y es utilizada para tratar ciertas enfermedades neurológicas, así como también para las arrugas faciales.
El tratamiento estético de toxina botulínica se aplica en pequeñas cantidades en las zonas de arrugas y líneas de expresión de la frente, entrecejo, patas de gallo, etc, lo que permite lograr un aspecto más fresco y juvenil al rostro, sin perder la naturalidad. Los resultados se logran apreciar a partir de la segunda semana de aplicación.
Si bien el ácido hialurónico y la toxina botulínica puede parecer que sirvan para lo mismo, la verdad es que tienen grandes diferencias y distintos enfoques, así lo explica la doctora Paz Cerdá en especialista en dermatología en Zaragoza (España) y miembro de Doctología en el sitio odontología de España.
“La diferencia principal entre el bótox y los rellenos con ácido hialurónico radica en que la toxina botulínica está indicada para tratar y prevenir las arrugas de expresión, especialmente en patas de gallo y entrecejo, el tercio superior, mientras que el ácido hialurónico ayuda a restablecer el volumen perdido en labios, código de barras, ojeras y surco nasogeniano, sobre todo. Además, el bótox hace que la musculatura se paralice temporalmente y evita, así, su contracción, mientras que el ácido hialurónico simplemente rellena la piel”. Explica la doctora Cerdá.
Plasma rico en factores de crecimiento (o plasma rico en plaquetas)
Este tratamiento de estética facial es mucho más natural, ya que no se inyecta ningún agente externo, sino que se utiliza la misma sangre del paciente, por lo que no produce rechazos ni reacciones alérgicas. Esta se obtiene a partir de una muestra, de donde se extraen elevadas concentraciones de plaquetas que liberan suficientes factores de crecimiento necesarios para la reparación de los tejidos.
El plasma puede utilizarse en dos áreas: Al ser inyectados en la piel, permiten mejorar la tersura y lozanía, brindando un aspecto mucho más saludable. También puede aplicarse en el cuero cabelludo para estimular el crecimiento de nuevo cabello.
¿Qué tan efectivo es? Los resultados son visibles desde los primeros días y su acción es profunda y duradera, no obstante se recomiendan de 1 a 3 sesiones al año, dependiendo del grado de envejecimiento que presente la piel del paciente.
¿Cuáles son los cuidados posteriores a la intervención? Después del tratamiento de estética facial se recomienda el uso de vendas frías sobre la zona donde se han realizado las inyecciones para impedir que se inflame. Asimismo, se debe evitar la práctica de ejercicio durante dos a tres días y también la exposición al sol.