En los meses de invierno, debemos preocuparnos ya que la salud bucal y la salud respiratoria están estrechamente relacionadas. Es importante entender cómo las enfermedades respiratorias pueden afectar nuestros dientes y encías.
En el artículo de hoy, exploraremos la conexión entre ambos aspectos y cómo mantener una buena higiene bucal te ayudará a prevenir complicaciones.
Enfermedades respiratorias y su impacto en la salud bucal
Las enfermedades respiratorias, como el resfriado común, la gripe y las infecciones respiratorias agudas, suelen tener efectos negativos en la salud bucal. Durante estos episodios, es común que respiremos por la boca en lugar de la nariz, lo cual puede llevar a una disminución en la producción de saliva y producir sequedad bucal.
Pero, no solo eso, la saliva es esencial para eliminar bacterias y neutralizar los ácidos que causan la caries dental, por lo tanto, su reducción incrementa el riesgo de desarrollar caries y enfermedades de las encías.
Además, la respiración por la boca también trae otro tipo de consecuencias en la salud dental, especialmente en niños.
Consecuencias bucales de la respiración oral
Respirar por la boca de forma permanente, especialmente en niños, puede tener varias consecuencias negativas en la salud bucal y el desarrollo facial.
Maloclusión y problemas de mordida: La respiración oral crónica altera el crecimiento y desarrollo de los huesos de la mandíbula y la cara. Esto puede derivar en maloclusiones dentales, como la mordida abierta (espacio entre los dientes superiores e inferiores al cerrar la boca) o la mordida cruzada (cuando los dientes superiores no encajan correctamente con los dientes inferiores). Estos problemas pueden afectar la función de la masticación, el habla y la estética facial.
Alteraciones en el desarrollo de los dientes: La respiración oral constante también afecta la posición y alineación de los dientes. Los niños que respiran principalmente por la boca pueden presentar dientes apiñados, separados o desalineados. De no corregirse a tiempo, se requerirá realizar tratamientos ortodónticos más adelante, como el uso de brackets o alineadores transparentes.
Infecciones recurrentes de las vías respiratorias superiores: La respiración oral facilita la entrada de partículas de polvo, alérgenos y microorganismos directamente a las vías respiratorias, lo que aumenta el riesgo de infecciones recurrentes. Se crea una mayor susceptibilidad a las infecciones de las vías respiratorias superiores, como resfriados, gripes y sinusitis.
Alteraciones en el habla y el lenguaje: La respiración oral crónica puede afectar la correcta pronunciación de ciertos sonidos y el desarrollo del habla. Esto se debe a que la posición incorrecta de la lengua y los labios interfiere en la elaboración de los sonidos del lenguaje.
Cómo cuidar de tu boca durante una enfermedad respiratoria
Durante las enfermedades respiratorias es crucial que mantengas una buena higiene bucal para minimizar el impacto en tus dientes y encías. Aquí tienes algunos consejos prácticos:
- Mantén una higiene bucal adecuada: Cepíllate los dientes al menos dos veces al día y utiliza hilo dental regularmente para eliminar la placa bacteriana y los restos de alimentos atrapados entre los dientes.
- Hidratación constante: Bebe abundante agua para combatir la sequedad bucal y estimular la producción de saliva. Evita las bebidas azucaradas y la cafeína, ya que pueden empeorar la sequedad bucal.
- Enjuague bucal con flúor: Utiliza un enjuague bucal con flúor para fortalecer los dientes y protegerlos contra las caries.
- No descuides tu cepillo de dientes: Reemplaza tu cepillo de dientes cada tres meses o antes si las cerdas están muy gastadas. Es importante que cuando superes una enfermedad respiratoria, también cambies el cepillo dental, así evitarás posibles recaídas.
Y recuerda, que si tú o tus hijos están pasando por enfermedades respiratorias frecuentes, acude a tu dentista de Clínica Dental Everest para que no se vea afectada su salud bucal. Agenda tu hora aquí.