Es posible y más común de lo que se cree pero además es sinónimo de que “algo” no está bien en una o más piezas dentales
Generalmente, si consumir algo frío provoca dolor, es una alerta de que una o más piezas dentales no están bien. Seguramente, ese dolor responde a que algún diente o muela está dañada, interna o externamente.
Puede tratarse de hipersensibilidad dental pero, ante esto, visitar a tu dentista y conseguir el diagnóstico correcto puede ser la solución.
La dentadura dañada, frente al frío, se enfrenta a que la parte interna del diente quede al descubierto y pierda las protecciones naturales que son las encías, el esmalte dental y el cemento radicular. Esto causa dolor o molestias. Mayores o menores, lo importante es recurrir a un especialista que dirija los pasos a seguir.
Causas de sensibilidad dental
Aunque no parezca posible, los pacientes entre 18 y los 40 años, son los que tienen grandes dudas respecto de la sensibilidad dental: comida o bebidas ácidas, pasta dental abrasiva, cepillarse con demasiada fuerza, bruxismo… Todas las anteriores.
La sensibilidad dental, es posible de manejar.
Clínica Everest, aconseja:
· Cepillar los dientes sin fuerza excesiva.
· Evitar cepillos de cerdas muy duras.
· Evitar el consumo de alimentos y bebidas ácidas
· Usar pasta de dientes, hilo dental y enjuague bucal.
Clínica Everest recomienda no esperar hasta que sea una lesión o enfermedad bucodental grave. Prevenir es mejor que curar.