La respiración es una función esencial para la vida, y lo más natural es que respiremos a través de nuestra nariz. Sin embargo, algunas personas desarrollan el hábito de respirar por la boca, ya sea debido a obstrucciones nasales, alergias u otros motivos. Aunque puede parecer inofensivo, la respiración bucal puede tener consecuencias negativas para nuestra salud oral.
En este artículo, exploraremos las causas de este hábito y cómo afecta a nuestros dientes.
Causas Comunes de la Respiración Bucal
La respiración bucal puede tener diversas causas, y aunque en algunas situaciones es temporal y no representa un problema grave, en otras puede convertirse en un hábito perjudicial para la salud oral.
Una de las causas más frecuentes es la obstrucción nasal, ya sea debido a alergias, resfriados o desviaciones en el tabique nasal. Cuando las vías respiratorias nasales están bloqueadas, el cuerpo puede recurrir automáticamente a la respiración oral para asegurar un flujo adecuado de oxígeno.
Además, la hipertrofia de las adenoides y las amígdalas, es decir, su crecimiento desmesurado, especialmente en niños, también puede llevar a la respiración bucal. Las adenoides suelen disminuir su tamaño a partir de los siete años de edad. Es extraño ver una adulto con este problema.
El tratamiento va a depender si se trata de un proceso inflamatorio que se puede tratar con medicamentos, o bien, asea necesario considerar un procedimiento quirúrgico para extraer las adenoides o las amígdalas, o bien, de ambas. Eso lo evaluará un médico especialista en esta materia.
Paladar Ojival
El paladar ojival es una consecuencia común y significativa de la respiración bucal. Cuando una persona respira habitualmente por la boca en el lugar de la nariz, la lengua tiende a posicionarse más baja de lo normal en la boca durante el desarrollo facial, especialmente en la etapa de crecimiento infantil.
Esta posición baja de la lengua ejerce presión ascendente sobre el paladar durante un tiempo prolongado, lo que provoca que el paladar se arquee hacia arriba y adopte una forma ojival o en forma de bóveda. Como resultado, el paladar se vuelve más estrecho y profundo de lo habitual.
El paladar ojival puede causar diversas complicaciones, como la maloclusión dental, que afecta la alineación de los dientes y la mordida.
Además, esta condición puede dificultar la respiración nasal normal, lo que empeora el hábito de la respiración bucal y crea un ciclo dañino para la salud oral y respiratoria del individuo.
Es importante corregir el paladar ojival a una edad temprana, antes de los doce años, para prevenir problemas dentales y ortodónticos en el futuro y mejorar la calidad de vida respiratoria y fonética del paciente.
Sequedad Bucal
Cuando respiramos por la boca, el flujo constante de aire tiende a secar la cavidad bucal. La saliva juega un papel crucial en la protección contra las bacterias y la neutralización de ácidos que dañan los dientes. Sin suficiente saliva, nuestros dientes son más susceptibles a la caries ya otros problemas bucales.
Para prevenir la secuela bucal causada por la respiración bucal, es importante mantener hidratado al niño y considerar el uso de productos como chicles sin azúcar o enjuagues bucales que estimulan la producción de saliva.
Maloclusión Dental como consecuencia de la respiración bucal
La respiración bucal crónica suele afectar el desarrollo de la mandíbula y la alineación de los dientes, lo que provoca problemas de maloclusión. La maloclusión, también conocida como mordida incorrecta, conlleva dificultades para masticar, hablar y mantener una buena higiene bucal. Además, genera tensiones y dolores en la mandíbula y el cuello.
Si notas que tu hijo respira constantemente por la boca o tienes dificultades con la mordida, es importante consultar a un ortodoncista para evaluar y corregir el problema a tiempo.
Mayor Riesgo de Infecciones
La respiración bucal facilita la entrada de bacterias y partículas extrañas directamente en la cavidad bucal, aumentando el riesgo de infecciones bucales. Estas infecciones pueden provocar desde llagas y gingivitis hasta problemas más graves como la periodontitis.
Para reducir el riesgo de infecciones, es esencial mantener una buena higiene bucal, que incluya cepillarse los dientes dos veces al día, usar hilo dental y acudir periódicamente al dentista.
Alteración del Habla
La respiración bucal puede alterar la forma en que hablamos, especialmente en niños en etapa de desarrollo. Al respirar por la boca, hay un aumento en la producción de sonidos nasales y la pronunciación de ciertas letras se ve afectado.
Si se presentan dificultades en el habla de tu hijo o de cualquier persona cercana, un fonoaudiólogo puede ayudar a corregir estos problemas.
En consecuencia, es importante tratar a tiempo la respiración bucal en niños para prevenir problemas en la salud oral. Si ves que tu hijo tiene respiración bucal es importante que consultes a un médico. También es necesario que lo lleves a un odontopediatra que evalúe si hay consecuencias en los dientes, especialmente la mordida.
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