La maloclusión dental es cuando la arcada superior e inferior de la boca no encajan correctamente o bien los dientes no están bien alineados.
Este problema dental no solo afecta la estética del paciente, sino también trae consecuencias en la salud oral, la masticación y la fonética. Por eso es importante tratarla, ojalá en la infancia y adolescencia.
Las maloclusiones pueden tener diferentes causas. A veces son congénitas,, consecuencia de un traumatismo, o bien, por hábitos nocivos que afectan el correcto desarrollo mandibular.
Entre estos últimos están chuparse el dedo, usar chupete durante mucho tiempo, ejercer con la lengua presión sobre los dientes, respirar con la boca abierta, morderse las uñas u objetos duros, entre otros.
Es tarea de los padres evitar que los niños desarrollen estas malas prácticas, así como también, llevarlos a edad temprana a su primera visita al odontopediatra.
Las maloclusiones detectadas precozmente tienen un pronóstico mucho más favorable que cuando son diagnosticadas en la adultez.
Existen tres grandes tipos de maloclusiones dentales que se clasifican según el lugar que se producen:
Los profesionales estiman que la mordida correcta es cuando los dientes de la arcada superior cubren en un tercio a los de la arcada inferior.
En las maloclusiones verticales puede que no haya contacto entre los dientes centrales de la arcada superior e inferior, con lo cual estaríamos hablando de una mordida abierta. O la arcada superior supera en más de un tercio los dientes inferiores, es decir, sobremordida.
En estos casos existe una alteración en el tamaño de los maxilares o inclinación de los dientes.
Hay dos tipos de maloclusiones transversales: la mordida cruzada, que resulta cuando la arcada inferior sobrepasa la superior y la mordida en tijera. Esta última es cuando los molares de los dos maxilares están muy hacia adentro o hacia afuera, por lo tanto, no encajan correctamente.
Este tipo de maloclusión se divide a su vez en tres clases:
Las maloclusiones dentales traen muchos efectos negativos para la salud oral del paciente. Por nombrar algunos de ellos:
En la mayor parte de las maloclusiones dentales el tratamiento indicado es la ortodoncia.
Como comentamos antes, mientras a más temprana edad se trate este problema más fácil será de corregir, especialmente aquellas que dicen relación con anomalías esqueléticas.
La ortodoncia inteceptiva puede reestablecer el correcto crecimiento esquelético de los maxilares. Esto en el caso de las maloclusiones clase II y III. Cuando el tratamiento se realiza en la edad adulta, necesariamente se debe realizar una cirugía ortognática.
En los demás casos, la ortodoncia tradicional será el procedimiento indicado para el paciente. Lo mejor es hacerlo a los 12 o 13 años de edad, cuando ya han salido todos los dientes permanentes.
Sin embargo, los adultos también pueden ponerse Brackets para corregir dientes mal posicionados o alteraciones en la mordida. Eso sí, quizás requerirán más tiempo para solucionar el problema dental.
En Clínica Everest contamos con especialistas en ortodoncia para corregir este tipo de maloclusiones.
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