Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las lesiones dentales traumáticas es de un 20%. Obviamente, son l@s menores de entre 6 a 12 años quienes más las sufren y las consecuencias no sólo son estéticas sino que también involucran la estructura interna de la pieza dental.
Sufrir un traumatismo en una pieza dental perjudica la integridad de la misma en varios aspectos. La fractura suele ser la principal consecuencia pero el paso del tiempo puede afectar la integridad general de la pieza tornándola más oscura, por ejemplo, debido al sangrado retenido. Pero además, se presenta otro estado: la calcificación.
Un traumatismo producir un daño severo en la pulpa, un tejido blando compuesto por las fibras nerviosas y los vasos sanguíneos del diente. La pulpa es fundamental en el proceso de desarrollo del diente porque además de nutrirlos forma la dentina. Por eso, al verse dañada por un traumatismo, generalmente por la existencia de caries, bacterias llegan hasta ella y la infectan. Es entonces cuando el paciente debe realizarse una endodoncia.
Un traumatismo no siempre provoca problemas severos en la pulpa dental, sino que puede producir que el diente quede calcificado, es decir, que el canal radicular queda parcialmente obstruido, lo que provoca que el riego sanguíneo no circule normalmente. Este problema no se identifica inmediatamente, pueden pasar años después del golpe y recién entonces, la calcificación de la pieza dental se hace perceptible.
Es por ello que, inmediatamente después, de un golpe severo, es recomendable ir al dentista y seguir todos los pasos que el especialista recomiende.
Se trata del conocido “tratamiento conducto” y consiste en sacar la parte de la pulpa dañada y rellenar el diente con el popular “gutapercha”.
La endodoncia, será la manera de evitar la pérdida definitiva de la pieza dental.
Aún se discute, entre los especialistas, cuál es el tratamiento más idóneo frente a la calcificación de una pieza dental por eso, el control resulta fundamental, pues cada caso es distinto a otro.
Como, generalmente, por el daño interno la pieza queda “insensible”, es su oscurecimiento el que más preocupa o incomoda al paciente…
¡Es posible cambiar esta situación estética?
La pieza dental que ha sido sometida a una endodoncia, no responde a un blanqueamiento normal. Por lo tanto, en estos casos, es necesario recurrir al blanqueamiento interno, cuyos pasos son:
· Toma de color.
· Limpieza de la cavidad que ha sido intervenida con una endodoncia.
· Aplicación de un gel blanqueador interno.
· Se sella, de manera provisional la pieza dental, durante 7 días para dejar actuar el producto.
· Visita al dentista para verificar si se ha logrado el color deseado.
· Sellado permanente para evitar filtraciones.
Clínica Everest, reitera el llamado a recurrir, inmediatamente a un dentista de urgencias tras un traumatismo para así reaccionar de manera oportuna, evitando problemas más complejos a futuro.
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